Desafío en OpenAI: amenaza de éxodo del personal pone en peligro el futuro de la empresa
En un giro sorprendente de los acontecimientos, la decisión de destituir a Sam Altman como director ejecutivo de OpenAI ha desencadenado una crisis interna que podría poner en peligro el futuro de la destacada startup de inteligencia artificial.
Editorial | 21 de noviembre de 2023Pere Borrà s
Más de 700 de los 770 empleados de la compañía han firmado una carta expresando su disposición a abandonar OpenAI en favor de Microsoft si no se restituye a Altman.
La situación se intensificó cuando un miembro de la junta directiva, quien participó en la destitución de Altman, se unió a la mayoría del personal en la solicitud de revertir la decisión. Ilya Sutskever, uno de los fundadores de OpenAI y su científico jefe, firmó la carta interna y expresó su arrepentimiento en la plataforma de redes sociales X, anteriormente conocida como Twitter, declarando: "Lamento profundamente mi participación en las acciones de la junta".
La destitución de Altman, justificada por la junta de cuatro miembros alegando falta de sinceridad, desencadenó un fin de semana frenético de negociaciones corporativas. Altman, ahora ex-CEO, se unió a Microsoft para iniciar un nuevo proyecto de inteligencia artificial. Dado que Microsoft ha invertido $13 mil millones en OpenAI, posee efectivamente el 49 por ciento de la compañía.
En la carta del personal exigiendo la reinstalación de Altman, se afirmó que Microsoft había asegurado a los empleados de OpenAI que habría posiciones para todos en su nueva subsidiaria de inteligencia artificial.
El caos resultante pone en duda el futuro de una de las empresas de más rápido crecimiento en la historia de Silicon Valley. En un momento en que la industria se tambalea tras despidos masivos, la tecnología de OpenAI impulsó la creación de cientos de nuevas empresas. Ahora, muchas de estas empresas están preocupadas por sus perspectivas.
Gaurav Oberoi, fundador de Lexion, una startup que utiliza OpenAI para optimizar contratos legales, expresó su preocupación: "Este es el desastre de la década. Es una lección sobre cómo destruir una gran cantidad de valor de la noche a la mañana y su propia reputación".
Emmett Shear, nombrado CEO interino, anunció planes para contratar a un investigador independiente y recopilar información de empleados, socios e inversores antes de reconstruir el equipo directivo. Shear reconoció que lograr un progreso real podría llevar más de un mes.
En una entrevista en Bloomberg TV, Satya Nadella, CEO de Microsoft, reafirmó el compromiso de Microsoft con la misión y hoja de ruta de OpenAI, asegurando su apoyo.
El cambio de opinión de Sutskever fue uno de los giros más sorprendentes. En su mensaje en X, se disculpó y expresó su deseo de reunir a la empresa. Altman respondió con tres corazones rojos.
Varios empleados clave de OpenAI ya se han unido a la nueva subsidiaria de inteligencia artificial de Microsoft, incluido Greg Brockman, presidente de OpenAI, quien renunció en solidaridad con Altman. Este éxodo plantea interrogantes sobre la capacidad de OpenAI para desarrollar las próximas tecnologías de inteligencia artificial si la mayoría de sus empleados se une a Microsoft.
Aunque OpenAI mantiene su asociación con Microsoft, la incertidumbre sobre el futuro persiste. Otros gigantes tecnológicos, como Google y Meta, trabajan en tecnologías similares.
El impacto se extiende a empresas asociadas como Lexion, que ahora considera desarrollar características con un rival de OpenAI. La preocupación por decisiones repentinas que podrían afectar modelos y costos elevados también está presente.
Altman, en un intento de tranquilizar a los clientes de OpenAI, aseguró la continuidad de las operaciones. Aunque la situación es fluida, Altman y Nadella expresaron su compromiso de trabajar juntos para el bien de OpenAI. "Un equipo, una misión", concluyó Altman.
